Encendemos el horno a 180 º con calor arriba y abajo.

Si no tenemos la almendra triturada, pesamos 250 gr. de almendras con piel y lo trituramos 6 segundos de forma progresiva de velocidad 5 al 10, y lo ponemos en un bol grande.

Pesamos los 175 gr. de azúcar en nuestra thermomix y lo ponemos también en el bol junto a la almendra molida.

Añadimos media cucharadita de canela molida y lo mezclamos todo a mano.

Lavamos y secamos bien el vaso de nuestra thermomix.

Separamos las claras y las yemas de 2 huevos tamaño L.

Ponemos la mariposa en las cuchillas y añadimos las claras para montarlas durante 2 minutos, sin temperatura y a velocidad 3´5.

Vertemos las claras montadas sobre la mezcla que tenemos en el bol (almendra, azúcar y canela) y lo mezclamos de forma envolvente hasta obtener una masa un poco pegajosa y dura.

Nos humedecemos un poco las manos para formar bolitas con la masa del tamaño aproximado de una nuez.

Las colocamos en una bandeja forrada con papel de horno, y si queremos colocamos cada bolita encima de una oblea o papel de ángel (OPCIONAL)

Encima de cada bolita colocamos una almendra (con o sin piel - yo la suelo poner sin piel) y al ponerla aplastamos de forma suave el almendrado.

Pasamos a hornearlos durante 16 o 17 minutos aproximadamente hasta que los veamos dorados. Vigilarlos porque en cuestión de 1 o 2 minutos se nos pueden quemar (según hornos pueden estar un rato mas hasta verlos dorados, pero vigilarlos!). 

NOTA: Al verlos dorados sacarlos del horno y se acaban de secar fuera a temperatura ambiente. Podemos caer en el error de tocarlos y notarlos blandos y volverlos a hornear y es en ese momento cuando se nos pueden quemar o secar en exceso.

CONSEJO DE CONSERVACIÓN: Los podemos conservar en una caja metálica de galletas o cualquier tupper que quede cerrado de forma hermética y conseguimos así que no se nos sequen y poderlos comer tan ricos durante varios días.